OPINIÓN.
Con las maletas a punto para partir hacia tierras
argentinas, no he podido resistir la tentación de accionar el ordenador para
descargar la tensión que suele anteceder a cualquier viaje transoceánico y soltar
algunas cosillas que he archivado estos días en la mollera. No es la primera
vez que, abandonando la canícula estival de acá, me escapo al invierno del otro
lado del gran charco Atlántico, y viceversa. Desde Barcelona-El Prat, viajaré a
Roma y, una vez allí, aprovecharé la larga espera para comer en la Ciudad
Eterna y darme un garbeo en el bus turístico. Luego regresaré al aeropuerto de
Fiumicino y volaré a Buenos Aires para dar el último salto a Salta, no muy
lejos de la frontera con Bolivia, donde el invierno es más benigno.
Pero antes de viajar a los fríos sudamericanos, confieso que
me ha llamado la atención toda una serie de noticias que paso a sintetizar seguidamente.
De entrada, me enteraba de que los de Fotoprix,
han suspendido pagos. ¿Y ahora, quién me editará los entrañables álbumes familiares
de cada verano? “Muere Dave Legeno, el hombre lobo de Harry Potter. El actor
falleció mientras realizaba una excursión en el Valle de la Muerte en
California”, como diría mi amigo italiano, ¡predestinato!
“Miles de personas piden liberar a la artista que imprimió su vagina en 3D.
Fue detenida por distribuir material obsceno, según el código nipón”. La verdad
es que estos japoneses no paran de fotografiar compulsivamente todo lo que
pillan.
Sobre esta vaginal cuestión, no se me ocurre otra cosa que
exclamar, ¡cuánta hipocresía! Yo cacé in fraganti, en el parisino Musée d’Orsay,
a un montón de japoneses fotografiar la controvertida pintura ‘El origen del mundo’, de Gustave
Courbet, en el que se muestra un primerísimo plano del órgano genital femenino.
También quisiera destacar esta otra noticia: “El Barça descubre su primer himno
oficial, compuesto en 1910. El cántico, escrito por el autor gallego José
Antonio Lodeiro Piñeiros, cayó en el olvido y, de momento, no se ha podido
encontrar la partitura”. Y, para terminar, ahí va la ultimísima y profunda
reflexión de Ana Botella. ”No hay mujeres bomberos, porque somos distintos por
naturaleza”. Ya les seguiré contando.Manuel Dobaño (Periodista). Puede leer también este artículo en El Prat al día
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