lunes, 8 de diciembre de 2014

Si Velázquez levantara la cabeza…

OPINIÓN.
En mis tiempos de estudiante de bachillerato celebrábamos, con diversas actividades culturales, la festividad de Santo Tomás de Aquino, patrón de los centros educativos católicos. En aquellos felices años de adolescencia y de sueños sin fin, colaboraba en la emisora de radio de mi villa natal (Xinzo de Limia) y, un 28 de enero de 1958, un grupo de alumnos de la Academia ‘Santa Mariña’ nos atrevimos a adentrarnos en el siglo XVII para escenificar en el ‘Cine Antelano’ el cuadro de ‘Las Meninas’ de Velázquez. Entre los figurantes, no faltaba Nicolasito Pertusato, un personaje que fue representado por el más menudo de la clase, porque en la vida real éste fue un enano que estuvo al servicio de la corte de Felipe IV.
En aquellos años de la España imperial, todavía no se habían inventado las cámaras digitales, ni demás artilugios que en la actualidad permiten que cualquiera pueda fotografiarse al lado del famoso de turno; tal como ha venido haciendo últimamente un curioso jovenzuelo de nuestros días, el llamado ‘Pequeño Nicolás’, que no es liliputiense, pero que ha montado un gigantesco guirigay. Al parecer, su lema ha sido ‘ganar influencias, para ganar dinero’. Pero, si bien el Nicolasito velazqueño salía ‘fotografiado’ en el famoso cuadro por su condición de bufón real, el otro Nicolás se ha revelado como un auténtico oportunista, que ha dejado materialmente retratadas a las más altas personalidades e instituciones patrias. (1)
‘Y si Velázquez levantara la cabeza, ¿cuál sería el cuadro que pintaría de la villa y corte?”, ha vuelto a terciar mi amigo (“El Cínico”). Sin tiempo para que yo metiera baza, él mismo respondía: “Seguramente plasmaría en el lienzo la imagen de una España convulsa y corrupta, con el ‘Pequeño Nicolás’ asomando la cabeza”. Realmente, el pollo que ha montado este individuo es de tal envergadura que, al margen de sus presuntas verdades, todavía no se han podido calibrar las consecuencias de su trastorno delirante-megalomaníaco. El enigmático Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, ‘Franc’ para los amigos, “ya casi se ha retratado con todo el mundo y solo le resta hacerlo con Dios”, me largaba mi amigo antes de coger las de Villadiego.        
(1)Conforme van pasando los días, trascienden nuevos rumores del ‘Pequeño Nicolás’, del que se insinúa que mantenía algo más que una estrecha amistad con el alto cargo, Jaime García-Legaz, secretario de Estado de Comercio; es decir, que la ‘Escopeta Nacional’ del genial Berlanga, todavía permanece vigente. Manuel Dobaño (Periodista). También puede leer este artículo en El Prat al Día.

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