lunes, 4 de agosto de 2014

Ladran, luego cabalgamos

 OPINIÓN.
Recuerdo que hace unos cuantos años, en los albores de la democracia, recibí una carta anónima de los muy fachendas ‘Guerrilleros de Cristo Rey’, en la que me amenazaban de muerte. Eran tiempos en los que los prebostes franquistas de la época se aferraban afanosamente al bunker del poder y todavía no aceptaban ningún tipo de crítica. Entonces la cosa, por suerte, no llegó a mayores, pero lo que no podía imaginarme es que, en plena y teórica democracia, recibiera otra carta anónima tildándome de ‘mal español’ por atreverme a criticar a un tal Mariano Rajoy, igual que en su tiempo hice con los mandatarios de otras formaciones políticas y, ahora, lo hago con el clan de Jordi Pujol y con quien se lo merezca.
La misiva en cuestión, enviada por un ‘muy valiente’ ciudadano, en cuyo remite se identifica como ‘A.M. Antic/L’Hospitalet’, la recibí justo al regreso de mi reciente estancia en tierras andinas de Argentina, donde la democracia también está bajo mínimos. En manuscrita letra de imprenta, el anónimo comunicante me tilda de ser periodista ‘por recomendación’; sí, seguramente, avalado por el gran cacique del PP orensano, José Luis Baltar, recientemente condenado por corrupción. ‘No puedes ocultar el visceral odio que sientes por el señor Rajoy “y compañía”’, añade la carta, al tiempo que me animan a buscarme ‘un buen cirujano plástico que mejore tu rostro y elimine esta cara de mala leche que presentas’.
¡Manda huevos!, que soltaría Federico Trillo. ‘Te permites insultar al jefe de Gobierno que obtuvo la mayoría de votos y con ello demuestras tu mala educación, propia de haber asistido a colegios baratos’; pues, sí, anónimo comunicante epistolar, fui a colegios que nada tienen que ver con los elitistas y pijos centros docentes que vais los del PP y otros hijos de los partidos de izquierdas. ‘Emigra a cualquier república bananera, allí los Castro, Maduro, Morales, y “compañía” reciben a los inmaduros como tú con los brazos abiertos”, concluye la carta. Para que lo sepan los ‘demócratas’ que no aceptan la crítica, todos estos nombres, incluidos todos los dictadores que en el mundo han sido, son unos impresentables.‘Ladran, luego cabalgamos’.  Manuel Dobaño (Periodista). Puede leer también este artículo en El Prat al día

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