lunes, 30 de mayo de 2016

Mi subjetiva objetividad

 Opinión.
En vísperas del inicio de la campaña electoral del 26-J, ingenuamente me volvía a asaltar la duda de siempre: ¿Existe realmente el concepto OBJETIVIDAD (con mayúsculas), o sea, esa palabra casi imposible que, además de supuestas buenas intenciones, es sinónimo de credibilidad? Me barrunto que no, que volveremos a ser víctimas de la antigua farsa de las falsas promesas y del batiburrillo de las manipulaciones habituales por parte, no solo de los políticos de turno, sino también de ciertos medios de información que no se ruborizan a la hora de arrimar el ascua a su particular ‘sardina’ ideológica y/o empresarial. Una vez más, me temo que la borrascosa subjetividad volverá a presidir el clima electoral de los próximos días.

A propósito del tema que nos ocupa, mi inevitable y polemista amigo (“El Cínico”) me recordaba la metáfora de Campoamor: “…nada es verdad ni mentira/ todo es según el color/ del cristal con que se mira”. Para ilustrar su nada original proclama, me ponía el ejemplo de la ‘penosa’ trasmisión televisiva de Tele 5 de la Final de la Copa del Rey disputada entre el Barça y el Sevilla, que fue “parcial y mangoneada”. Mi amigo remarcaba que durante la interpretación del himno español, “los decibelios enloquecieron y no se enfocó, ni un solo segundo, a la ‘estelada’ afición culé”. Y sobre la frase, “champán francés, el cava es para los ‘catalufos’ separatistas”, que largaban en una serie televisiva, sentenciaba que “no es manipulación, simplemente, demagogia barata”.      

Ojeando la prensa, escuchando la radio y viendo la televisión, además de lo que llega por Internet, te das cuenta de las diferentes interpretaciones y matices que se hace de una misma noticia; algo que, sin embargo, no resulta nuevo para mí, ya que, en mis tiempos de corresponsal de la Agencia Efe, bien pronto tenía la ocasión de comprobar el manejo tendencioso que cada cual hacía de una misma historia. Los medios que presumen de grandes exclusivas y de periodismo de investigación, acostumbran a darnos gato por liebre. La clave para estar bien informado radica en evitar las intoxicaciones partidistas y en saber contrastar las noticias, acudiendo a diferentes medios, para así poder sacar tus propias conclusiones.Manuel Dobaño (Periodista). También puede leer este artículo en El Prat al Día.

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