Opinión.
En vísperas del inicio de
la campaña electoral del 26-J, ingenuamente me volvía a asaltar la duda de
siempre: ¿Existe realmente el concepto OBJETIVIDAD (con mayúsculas), o sea, esa
palabra casi imposible que, además de supuestas buenas intenciones, es sinónimo
de credibilidad? Me barrunto que no, que volveremos a ser víctimas de la
antigua farsa de las falsas promesas y del batiburrillo de las manipulaciones habituales
por parte, no solo de los políticos de turno, sino también de ciertos medios de
información que no se ruborizan a la hora de arrimar el ascua a su particular ‘sardina’
ideológica y/o empresarial. Una vez más, me temo que la borrascosa subjetividad
volverá a presidir el clima electoral de los próximos días.
A propósito del tema que
nos ocupa, mi inevitable y polemista amigo (“El Cínico”) me recordaba la
metáfora de Campoamor: “…nada es verdad ni mentira/ todo es según el color/ del
cristal con que se mira”. Para ilustrar su nada original proclama, me ponía el
ejemplo de la ‘penosa’ trasmisión televisiva de Tele 5 de la Final de la Copa
del Rey disputada entre el Barça y el Sevilla, que fue “parcial y mangoneada”. Mi
amigo remarcaba que durante la interpretación del himno español, “los
decibelios enloquecieron y no se enfocó, ni un solo segundo, a la ‘estelada’ afición
culé”. Y sobre la frase, “champán francés, el cava es para los ‘catalufos’
separatistas”, que largaban en una serie televisiva, sentenciaba que “no es
manipulación, simplemente, demagogia barata”.
Ojeando la prensa,
escuchando la radio y viendo la televisión, además de lo que llega por
Internet, te das cuenta de las diferentes interpretaciones y matices que se
hace de una misma noticia; algo que, sin embargo, no resulta nuevo para mí, ya
que, en mis tiempos de corresponsal de la Agencia Efe, bien pronto tenía la ocasión
de comprobar el manejo tendencioso que cada cual hacía de una misma historia. Los
medios que presumen de grandes exclusivas y de periodismo de investigación,
acostumbran a darnos gato por liebre. La clave para estar bien informado radica
en evitar las intoxicaciones partidistas y en saber contrastar las noticias,
acudiendo a diferentes medios, para así poder sacar tus propias conclusiones.Manuel Dobaño
(Periodista). También puede leer este artículo en El Prat al Día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario